TODO FUE CREADO POR MEDIO DE EL Y PARA EL

Todo fue creado por medio de él y para él  El martillo golpea un clavo, la bandita cura una herida, el ruiseñor canta, ¿y yo qué?. Sigo encerrado en mi estuche sin saber para qué fui creado. Aun sigo haciendo lo mismo que hace años sin encontrarle verdadero sabor a la vida. Aquella llama que se encendió hace tiempo y me hacia arder hoy está a punto de extinguirse. Lo que fue una antorcha en su momento ha sido reducido al tamaño de un fósforo. Aquel sueño que era mi motor ha quedado en el cuarto de los cachivaches, y yo sin vivir el sueño por el cual fui creado. El temor a lo desconocido ahogó la semilla que me fue dada por mi Creador. Él me mostró cómo encender mi propósito, pero la incredulidad le apagó. Aquello en lo que mi alma encontraba contentamiento es hoy solo un recuerdo. Alguna vez me visualicé en plenitud viviendo mi propósito, así cómo una trilladora de doble filo trillando todo a su paso, cómo una maquina perfecta y aceitada manifestando su poder, o cómo un shofar atemorizando al enemigo con su sonido imponente, ese fui yo, pero el temor a salir de mi estuche me lo robo. En aquél entonces comencé a labrar una tierra dura cómo la roca, parecía que entre más anhelaba vivir mi propósito era más la oposición que había. Cuanto más encendía el don dentro de mí, eran más los muros que tenía que derribar para realizarle. Cuando tuve que decidir entre vivir mi propósito o una vida en comodidad escogí lo segundo, más sin embargo la vida en mí dejo de fluir. Cuando mi Creador quiso remover mi envoltura antigua para hacerme aun más glorioso, yo desistí pues el desprendimiento me causó dolor. Cuando el horno en el cual se desprendían mis impurezas aumentó su temperatura, clamé a mi Creador pidiendo que me sacara de ese lugar. Y así le hizo, y desde entonces solamente me he dedicado a existir en algo que para mí no tiene sentido. Pero el día de hoy es diferente, pareciera que la llama ha vuelto. Le puedo sentir ardiendo dentro de mí. Susurrando a mi oído diciendo: Trascendencia. Le puedo sentir recorriendo mi ser cómo recibiendo una descarga, y mientras lo hace susurra a mi oído: Hay poder en ti. Hoy puedo escucharle de nuevo, de lo alto desciende aquella melodía recordándome lo glorioso que soy. Escucho a mi Creador claramente diciéndome: Cumpliré mi propósito en ti. Este día huele a gloria y no me detendré hasta convertirme en esa obra maestra que en sueños y visiones he palpado. No me detendré ante los obstáculos, mas les demoleré con poder. Y cuando tenga que enfrentarme ante aquello que me hizo desistir, le miraré a los ojos y avanzaré con autoridad sobre él. Tal vez exista temor; pero esta vez es diferente. He decidido entregar hasta mi último aliento al avanzar, pues estoy hastiado de solamente existir. Querido hermano(a), si estás líneas te han recordado el propósito por el cual has sido creado, has conmigo esta oración y decídete a vivirlo:

“Padre, perdona mi incredulidad. Hoy tengo entendimiento que aquellos obstáculos que hubo en el pasado y me hicieron desistir de tu propósito en mí, solamente median el tamaño de la gloria que tu anhelas manifestar. Deposita en mí el arrojo necesario para avanzar en tu propósito y no desistir hasta convertirme en esa obra gloriosa que en tu corazón siempre he sido. Te ruego que sea solamente tu gracia y tu presencia quién entregue esta batalla. Y a mí me permitas tener trascendencia. Unge con aceite nuevo este instrumento poderoso y permítele vivir su propósito. En el nombre de Cristo Jesús, Amen.”

“todo fue creado por medio de él y para él.” Colosenses 1:16 (Reina – Valera)